Para la poeta de a lado, la Vivis.
Lo admito: yo
no tengo esperanza.
Los ciegos hablan de una salida. Yo
puedo ver.
No quedan ni los errores:
los gastamos
Sólo viene a acompañarnos
(se sienta entre nosotros)
la nada.
Para la poeta de a lado, la Vivis.
Lo admito: yo
no tengo esperanza.
Los ciegos hablan de una salida. Yo
puedo ver.
No quedan ni los errores:
los gastamos
Sólo viene a acompañarnos
(se sienta entre nosotros)
la nada.
Esta de plos carnal, me cae que si.
wowww amigo, ya te habia dejado comentario algo esta pasando no se si soy yo o es el demonio jajaja el caso es que esta poca madre neta….y si supieras todo lo que me hiciste pensar con esas tremendas sillas…vale pues un besote y cuidate.:D