Después de dos horas de caminar en silencio, cayó la noche y las estrellas comenzaron a brillar. Yo las veía como en sueño, pues a causa de la sed tenía un poco de fiebre. Las palabras del principito danzaban en mi mente.
-¿Tienes sed, tú también? -le pregunté. Pero no respondió a mi pregunta, diciéndome simplemente:
-El agua puede ser buena también para el corazón…
No comprendí sus palabras, pero me callé; sabía muy bien que no había que interrogarlo.
El principito estaba cansado y se sentó; yo me senté a su lado y después de un silencio me dijo:
-Las estrellas son hermosas, por una flor que no se ve…
¿Porque, entonces, eso no se puede? 🙁
no se ke pasa, ke yo no rekuerdo el principito, y klaro ke se ke lo leí 🙁
Ojala y todos pensaramos como el principito, pero asi como el, tengo que entender ahora que eso no es asi…y regresar a mi asteroide!
kuerangas…lee el principito, el mejor libro que existe!!!