Hoy venia manejando y me di cuenta del polvo y tierra en el parabrisas. Use la palanquita esa del coche que lanza agua y activa los limpiaparabrisas. La tarde estaba nublada, el cielo tapizado de nubes esperando un pretexto para descargarse e irse. Los limpiaparabrisas se detuvieron y en el parabrisas quedaron aun algunas gotas y así exactamente esas gotas daban la sensación de estar mirando cuando uno llora. Por alguna razón me quede en silencio mientras el semaforo cambiaba a verde y sin perder de vista las gotas. Me dí cuenta de esas lagrimas…. volví a accionar la palanquita pero esta vez los limpiaparabrisas no pudieron limpiar nada. Era yo quien tenia en los ojos lagrimas listas esperando lo mismo que las nubes: un pretexto para descargarse e irse.
A veces es necesario dejarlo salir
buen post mi coke
Siempre hace bien dejar llover a los ojos.
Saludos lagrimosos.
kuero porque chiLLas?
porque no me dejas poner comments en tus fotos ahhh???
asi como las nubes descargan su llanto y siguen su camino nosotros los tambien debemos llorar la amargura de nuestros momentos y seguir flotando, recorriendo cientos de lugares evaporandonos y construyendonos de nuevo.
un besote
Carmilla
A veces es tan necesario llorar que nada lo impide…
te quedó tan bonito.
Es como todo, de repente nos sorprenden esos instantes y tenemos que dejarlos salir, de lo contrario crearan en nosortros más angustia, pero así como de repente se asoman las lágrimas, por nostalgia o por las pendejadas que hemos cometido, es bueno dejar escapar la risa a carcajadas y reírnos de nosotros mismos.
Leer este tipo de cosas en el blog de un chavo, me hace pensar que no somos tan distintas las mujeres de los hombres ….. y cuando lees algo asì, dan ganas de conocerte y hecharse un chapuzòn en tu cabeza . . . me gusta cuando dejas que leamos algo muy tuyo. 🙂